Hace
un tiempo que la presentación de dos colecciones por año no es suficiente. Los
diseñadores vieron una necesidad en las mujeres de comprar prendas que no sean
demasiado abrigadas ni demasiado livianas. Ese es el espíritu de las
colecciones crucero. Prendas creadas para utilizar entre otoño-invierno y
primavera-verano. No son una extensión de las otras temporadas. Son independientes
y tienen inspiración propia. Fieles al ADN de cada marca pero con el objetivo
de representar más ventas para cada Maison.
un tiempo que la presentación de dos colecciones por año no es suficiente. Los
diseñadores vieron una necesidad en las mujeres de comprar prendas que no sean
demasiado abrigadas ni demasiado livianas. Ese es el espíritu de las
colecciones crucero. Prendas creadas para utilizar entre otoño-invierno y
primavera-verano. No son una extensión de las otras temporadas. Son independientes
y tienen inspiración propia. Fieles al ADN de cada marca pero con el objetivo
de representar más ventas para cada Maison.
En
un principio fueron pensadas para personas con alto poder adquisitivo y que
solían elegir los cruceros para alejarse del mal tiempo. Este concepto fue
cambiando y ahora resultan un poco más asequibles. Los primeros recuerdos son
de Christian Dior en 1948 al presentar “Resort & Spring” en Estados Unidos.
Junto con la Casa Chanel suelen sorprendernos y montar escenarios
espectaculares.
un principio fueron pensadas para personas con alto poder adquisitivo y que
solían elegir los cruceros para alejarse del mal tiempo. Este concepto fue
cambiando y ahora resultan un poco más asequibles. Los primeros recuerdos son
de Christian Dior en 1948 al presentar “Resort & Spring” en Estados Unidos.
Junto con la Casa Chanel suelen sorprendernos y montar escenarios
espectaculares.
Luego
de trasladarnos a lugares mágicos como Dubái o La Habana, en esta ocasión regresaron a sus orígenes: El Gran Palais de
París y un viaje a la antigua Grecia. El desfile tuvo vestidos en formato
corto/largo y trajes con la tela más representativa de la marca, el tweed. Las
gasas también dijeron presente. Con un agregado de flecos, estampados étnicos y
en tonalidades neutras, pasteles, verdes, azules, colores tierra. El dorado fue
el elegido para los accesorios. La vuelta de las gladiadoras con tacos en
naranja, amarillo, verde agua y negro.
de trasladarnos a lugares mágicos como Dubái o La Habana, en esta ocasión regresaron a sus orígenes: El Gran Palais de
París y un viaje a la antigua Grecia. El desfile tuvo vestidos en formato
corto/largo y trajes con la tela más representativa de la marca, el tweed. Las
gasas también dijeron presente. Con un agregado de flecos, estampados étnicos y
en tonalidades neutras, pasteles, verdes, azules, colores tierra. El dorado fue
el elegido para los accesorios. La vuelta de las gladiadoras con tacos en
naranja, amarillo, verde agua y negro.
Un
make-up natural con acentuación en el delineado de los ojos. Pelo semi-recogido
con decorado de vinchas con flores y trenzadas. El logo Chanel siempre
presente. Como decía Coco, la moda pasa pero el estilo permanece.
make-up natural con acentuación en el delineado de los ojos. Pelo semi-recogido
con decorado de vinchas con flores y trenzadas. El logo Chanel siempre
presente. Como decía Coco, la moda pasa pero el estilo permanece.
Imágenes: Vogue España
Nota: Belén Archetto
Instagram: @beluarchetto